Hipocresía nacionalista.

Tras el lamentable secuestro del barco atunero vasco cuando faenaba fuera de la zona de protección de la fragata española Canarias, el diputado Ercoreca, del PeneV, ha dicho que "si a bordo hubieran ido militares, como en los barcos franceses, esto no habría pasado"Dicho de otra manera, sin circunloquios, ha solicitado la protección del Ejército Español para una empresa vasca.
Y no se le ha caído la cara de vergüenza.
Hagamos memoria:
¿No lleva años, décadas, el PeneV clamando por la salida del Ejército del País Vasco?
¿Cuánto hace que al referirse al Ejército lo llama fuerza de ocupación?
¿Qué hizo su partido, y él mismo, después de que unos militares se fotografiaran, tras unas maniobras, en el monte Gorbea?Un acto de desagravio; una especie de desinfección del lugar...Poco menos que dijeron que se había profanado un santo lugar vascopiteco.Muy a mi pesar yo hice la Mili. No tuve escapatoria. Y recuerdo muy bién que, en mi cuartel, apenas había algún soldado vasco. Y los pocos que había no tenían apellidos vascos.
Con el tiempo supe que se debía a que los ayuntamientos nacionalistas boicoteaban al Ejército y que fomentaban la insumisión, cuando no pasaban directamente del reclutamiento obligatorio.
¿Y ahora estos hipócritas solicitan la protección del Ejército?
¿Para qué, para defender sus negocios pesqueros?
¿Por qué? Porque es lejos del País vAsco.
En casa no quiero a los militares, pero lejos sí.
¡Qué hipocresía!

Si el Gobierno accediera a esa petición se daría la paradoja de que irían a protegerlos ciudadanos del resto de España, ya que vascos, en el Ejercito, casi no hay ninguno gracias a la deslealtad nacionalista.

Es cierto que Francia defiende a los ciudadanos franceses estén donde estén. Ellos no sufren el cáncer nacionalista.
Pero es que el señor Ercoreca, y su partido, se jacta de ser vasco y no español.
No obstante, se agarra con fuerza a la legistalación española cuando se trata de mantener algún privilegio como su propia nómina, el Concierto Económico, o los derivados del chantaje con los votos necesarios para aprobar los presupuestos del Gobierno de España y sacar tajada.

Anda, listo, la próxima vez que se embarquen unos cuantos levantadores de piedras y unos pocos cortadores de troncos, y acabáis vosotros solitos con los piratas en un pis pas.

¡Qué cara más dura!