¡Que aproveche!
Naturalmente él y sus colegas se sacrificarán despachándose unas repugnantes angulas y un asqueroso jamón de pata negra, regados con algún nauseabundo champán francés, por supuesto. Todo sea para evitarnos una indigestión a los ciudadanos que les pagamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario