08 diciembre 2008

E R C

El portacoz de Energúmenos Rebuznando Continuamente ha llamado a milcaras Bono para explicar su último exabrubto.
¿Por qué a Bono y no al Rey que es a quién ha deseado la muerte?
Fácil; este tío es malo, no tonto: al Rey lo ha insultado a conciencia y está orgulloso de ello, así hace méritos ante su rebaño, pero es Bono el que puede retirarlo de las comisiones parlamentarias por las que cobra unas jugosas dietas. Y la pela es la pela. Mucho despreciar la Constitución, pero me agarro a ella como un clavo ardiendo para seguir mamando. Y Bono, melífluo, sectario, acostumbrado a traicionar sus más profundas convicciones sin inmutarse, lo ha perdonado. ¡Qué buen cristiano! Se me saltan las lágrimas.
Santa Maravillas de Jesús los perdone.

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