Es lo que da al ver esta foto de la cuadrilla del asesinado.
En cualquier lugar de España esta gente estaría velando al difunto, su amigo, y el bar posiblemente cerrado en señal de duelo; al menos unas horas.
Es repugnate el grado de degradación moral al que han llegado estos buenos nacionalistas. Aquí no ha pasado nada; vida normal. La convivencia con el miedo, que tan buenos réditos electorales produce, ha degenerado en simple y llana COBARDÍA.
Maravilloso País asco.
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