07 diciembre 2008

Juan Tarado

Tiene cara de faltarle un hervor, ¿verdad? O de simio. Sin embargo no tiene ningún rubor en poner el cazo y cobrar de un Estado al que detesta.
Curioso, un Estado con unas leyes que le amparan su derecho a decir lo que quiera. Si viviéramos en el régimen comunista que desea este cenutrio y se pronunciara contra él de esta manera, ¿cuánto tardaría en estar encarcelado, depurado, purgado y quitado de la circulación? Si viviera en Cuba, en Venezuela, en China o en cualquiera de sus admirados paises comunistas, como Corea del Norte, ¿Cuánto haría que estaría pudriéndose en una cárcel?
¿Qué busca este imbécil, que algún fanático de su partido agarre una pistola y se ponga a asesinar a los que no son unos intolerantes como ellos? Algunos de sus correligionarios ya lo hicieron en los años 30 del siglo pasado traicionando a la República.
Luego dirá que en España se detesta a los catalanes ¿Verdad? Pues no, se detesta la hipocresía, la maldad y la poca educación. Y si este tipejo defiende su estatuto con esta desvergüenza, no hay duda, el Tribunal Constitucional debe echarlo para atrás.
Y el Fiscal General del Gobierno, perdón, del Estado, ¿sigue vivo? ¿No tiene nada que decir? ¿Y el presidente del Gobierno, mirará para otro lado porque es un aliado para las votaciones? ¿Y Blanco, tan recto y lenguaraz, no se rasga las vestiduras como cuando critica a la oposición?
Urge reformar la Constitución y la Ley Electoral y confinar a estos individuas al ámbito que les corresponde, que no es otro que la pocilga.
Y si tan opresiva le parece la Constitución, quizás habría que abolirla y volver a las leyes anteriores, a las de Franco. ¿Es esto lo que realmente deseas, bocazas?

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