A cada cosa por su nombre.

Tras el último atentado de los malnacidos terroristas, ha dicho Pachi López que "se acabó la impunidad de eta y de los chivatos del fascismo".
Se supone que se refiere a los que amparan, jalean, protegen, subvencionan, etc. a las alimañas.
Bien, estoy encantado que que se acabe la dictadura del terror. Aplaudo su nueva determinación. Ojalá lo consiga.
No estoy de acuerdo con que califique de fascistas a los terroristas. ¿Alguien los ha visto alguna vez con el brazo extendido con el saludo nazi?
Por definición su ideología es marxista-leninista, es decir izquierda radical, no fascista. Y los que los apoyan, batasunos y demás gentuza, se autodefinen como republicanos, independentistas y socialistas puño en alto. Así pues estaría bien llamar a las cosas por su nombre aunque en el fondo sean la misma basura. Los etarras no son fascistas, son terroristas; y su ideología (si es que la tienen) es de izquierdas.
La misma de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Camboya, Cuba, China y los paises del extinto Telón de Acero, entre otros fracasos del comunismo.Tanto la esvástica como la hoz y el martillo tienen a sus espaldas millones de asesinatos.
La que ha dado en el clavo ha sido la viuda del Sr. Puelles: son asesinos que viven de eso, del crimen y las extorsión, nada más. Simples delincuentes a sueldo. Ponerles una etiqueta política, por asquerosa que sea, es elevarlos a una categoría de la que carecen.
Los extremos se tocan, pero las palabras no son neutras: Los cabezas rapadas son unos fascistas repugnantes. Pero no se puede denominar a comunistas y anarquistas radicales, salvajes como pocos, como "jóvenes antisistema" o simplemente "antifascistas", como si eso fuera un mérito o un atenuante.
Es como cuanto el malvado Arzallus se refería cariñosamente a los terroristas callejeros como "los chicos de la gasolina".
Las palabras mal usadas hacen mucho daño y los eufemismos mucho más. Así pues, como criminales que son hay que acabar con ellos.
Ánimo.