20 diciembre 2009

¿Dónde está Federico Gª Lorca?


Ahora que ha quedado demostrado que en Alfacar no hay ni un triste hueso, alguien debería dar una explicación y, posiblemente, pedir disculpas:
- Los rencorosos desenterradores de la Memoria Histórica, que se frotaban las manos pensando en macabros actos conmemorativos.
- El escritor británico que lleva medio siglo viviendo del cuento.

- La caterva del sindicato de la ceja, peregrina del santo lugar.

- Los científicos del georradar que había
localizado varios cuerpos.
- Los políticos de la Junta de Andalucía que, con casi un millón de parados, se han gastado una fortuna en remover tierra, firmemente convencidos de la rentabilidad electoral de la acción.

- Y la familia del poeta, que no quería que se buscara y mucho menos que se desenterrara; ¿Sabrán ellos dónde está?

La Transición y la Constitución tuvieron, entre otras, la virtud de cerrar las heridas y pasar página de una guerra. Todos habíamos perdido mucho.

Zapatero
, en su afán de ganar una guerra cuyo partido perdió, abrió heridas cicatrizadas hacia tiempo. No le importó el dolor que pudiera ocasionar. Solo estaba interesado en lanzar cortinas de humo, disimular sus fracasos y dividir a los españoles.
Ahora él y su vicepresidente Chaves, presidente de la Junta de Andalucía cuando se planeó y aprobó este dislate, deberían dar una explicación; y, posiblemente, pedir disculpas.

4 comentarios:

Agustín Molina dijo...

En una de esas entendí mal: tu hipótesis es que Zapatero, "en su afán, etc" se convirtió en el responsable de dividir a los españoles y deberían pedir disculpas, y no los que fusilaron, o los que condenaron al exilio?
Perdón por opinar, quizás lo hago influenciado desde la Argentina, donde las heridas no han cerrado (ni las de aquí, ni las de allá).

ZotePé dijo...

Agustín, aquí hubo una guerra en la que los dos bandos hicieron barbariadades; y ambos decidieron, en la transición democrática, pasar página.
Remover tumbas ahora obedece a unos intereses malévolos.
Saludos

Anónimo dijo...

Agustín, como siempre vemos lo que nos interesa, ¿verdad?.
Los que se "alojan" en Paracuellos, o los que desaparecieron en las chekas de toda España, o los que estuvieron en los barcos prisión de Barcelona, o los curas asesinados por su fe desde antes del estallido de la Guerra, no tenían derecho a nada y menos sus familiares ahora que se acude al "recuerdo histórico". Esos se lo tenían bien merecido por fascistas o por no pensar como el "Régimen" quería que pensaran, ¿verdad Agustín?. ¿Te acuerdas de Nin, Agustín?.
Los que no lo tenían merecido, y a los que hay que encumbrar ahora, eran los que votaron a los políticos del Frente Popular, al PSOE, al Partido Comunista o demás grupos que gritaban que había que pasar por las armas a los que no pensaran como ellos (ejemplo de ello son las palabras de Dolores Ibarruri -eso si, perdió el culo por salir de España para no hacer frente al fascismo triunfador y que la ajustaran las cuentas- Negrín, Largo Caballero y tanto demócrata ejemplar de la época), ¿verdad Agustín?.
Alguien se ha parado a pensar que la situación socio-cultural de los años 30 en España era totalmente diferente a la de hoy y que eso no nos permite saber las motivaciones reales de los participantes en SEMEJANTE HORROR.
Sí, Agustín, fue un horror en el que perdieron todos, perdimos todos, porque 70 años después todavía vivimos de aquello, todavía viven muchos de aquello, de aquellos miedos, del "tú eres rojo" o "tú eres facha", del justificar a nuestros "camaradas" por muchas desvergüenzas o atrocidades hagan y fustigar al contrario porque sí, sin motivo, aunque lo haga bien y nos beneficiemos de sus acciones. No son de los nuestros, HAY QUE EXTERMINARLOS, NO TIENEN DERECHO A LA VIDA SI NO PIENSAN COMO YO, es el ideario actual de los españoles.
Siempre las dos Españas al gusto del que habla, siempre el "y tú más", siempre la incultura, siempre la envidia, siempre el egoísmo, siempre la misma cobardía, siempre la misma mierda.

Anónimo dijo...

Una precisión:

El historiador dipsómano y gorrón es irlandés, no británico. A cada país su correspondiente gilipollas.