27 enero 2009

La cara como el hormigón armado.

"Yo no engañé. Puedo equivocarme, pero no engañar. Por eso he querido dar la cara"

¿Cómo se puede ser tan extremadamente cínico y falso? Si hasta el gesto de las manos le delata.
Mintió y requetemintió con la única finalidad de ganar las elecciones; no tomó medidas a tiempo y ahora, por su culpa y la del montón de capullos que le creyeron, España encabeza todas las cifras de crisis y de paro de la Unión Europea.
¿Dar la cara? ¿En tu televisión? No hombre, no. La cara se da en el Parlamento ante los representantes de los ciudadanos, no ante unos comparsas con preguntas filtradas y sin posibilidad de contestar a los embustes.
Así se queda doblemente mal: de embustero y de cobarde.

La suerte de ente individuo es que no hay oposición, y gracias a la apisonadora "informativa" de sus medios de comunicación, probablemente nunca la habrá.

Sólo queda una Esperanza... y están decididos a acabar con ella.

P.D. ¿Cuántos millones de parados hay que juntar para que CC.OO. UGT e IU levanten la voz?

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