24 octubre 2008

¿Y la dignidad?

Yo creo que ya va siendo hora de recuperar la compostura, la vergüenza y la dignidad. Ya está bien de arrastrarse, de dejarse el vello del pecho en el suelo para suplicar, mendigar, que te dejen asistir a la reunión del G20.
Si le has faltado al respeto, con reiteración,
al anfitrión de la fiesta, ¿cómo quieres que te invite a su casa al baile?
No hagas más el ridículo y deja de arrastrar el buen nombre que en su día tuvo nuestro pais por el suelo.
Si además todo es falso. Si no quieres ir. ¿Cómo te vas a presentar en esa reunión si llevas alardeando de la fortaleza y la salud de nuestro sistema financiero (heredada) un siglo. Si hasta hace tres días negabas la crisis.

¿Con qué cara vas a justificar que, por tu inacción por las elecciones, ahora hay 800.000 OCHOCIENTOS MIL parados más.
Si, además no tienes nada que aportar. Si eres un rehé
n de tus socios, las sangujielas nacionalistas.
Anda, cállate ya y no nos pongas más en ridículo.
Y no pienses que si gana Obama la cosa va a mejorar: no eres nadie en el contexto internacional y vas a seguir siendo eso, nadie. Así que reza para que gane McCain. Podrás seguir echándole a otro la culpa de todos los males; que se reducen a uno solo: tu ineptitud.




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