Los que disfrutan de sus cargos gracias a la Constitución y se revuelven contra ella son, cuando menos, unos caraduras y, cuando más, unos traidores a su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución al tomar posesión de sus cargos políticos pagados por todos a precio de oro.
Herederos del un tal Companys que ya traicionó a la II República en su día. Especialmente penoso el papelón del pequeño separatista cordobés, traidor entre traidores, abucheado y expulsado de SU manifestación contra la Constitución, por SUS SOCIOS de gobierno, la izmierda republicana...
La mayor parte de los 60.000 que se pasearon ayer por Barcelona tras una enorme y bonita bandera del antiguo Reino de Aragón, eran funcionarios a sueldo de la yeneralitat y otros chiringuitos separatistas. El resto, la inmensa mayoría, que se quedó en casa o se fue a la playa, pasa olímpicamente de estos vividores de "hecho diferencial" y del cuento chino del vistimismo nacionalista.¡Qué satisfecho debe estar el responsable de toda este desaguisado: el embuZtero!
No hay comentarios:
Publicar un comentario