Después de los "Patriotas de hojalata", la respuesta ha sido impecable: sin mencionar a nadie ha quedado claro que lo verdaderamente peligroso es un "Bobo solemne". Y hay quién se ha dado por aludido y se ha molestado; quizás por estar acostumbrado a insultar y que no le contesten.
Pues bien, si la dialéctica se va a desplazar por esos jardines, aquí van algunas flores de nuestro riquísimo idioma. Aplíquense a quien proceda:
Tonto severo,
lelo enorme,
simple profundo,
estúpido voluminoso,
necio desmesurado,
papanatas dilatado,
adoquín plasta,
burro holgado,
zoquete extenso,
memo desaforado,
mentecato colosal,
pazguato desmedido,
simplón inusitado,
majadero monumental,
tarado egregio,
tontaina mayúsculo,
lerdo considerable,
merluzo sobrado,
tarugo gigantesco,
ceporro sensacional,
melón imponente,
mendrugo crecido,
cenutrio integral,
alcornoque universal y,
simplemente, zote.
Abstenerse de usarlas en la comunidad catalana, donde el Español está alcanzando el estatus de casi clandestino; exactamente igual que el Catalán en la dictadura de Franco.
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