¿Conoce usted a alguien (que no viva de la política) que habiendo oído o leído el discurso completo del general Mena, esté en contra de lo manifestado por este?
Maragall califica las palabras de Mena como una "potencial amenaza a la normalidad democrática". Bien, cualquier persona que siga la actualidad política sabrá que el estatuto que proponen Maragall-Carod-Zapatero no es una amenaza potencial, es una amenaza real. Un torpedo a la línea de flotación de la legalidad constitucional y a la existencia de España como nación.
YosuYón ha dicho que "lo pistolones no condicionarán la vida política". ¿Ha pensado bien lo que ha dicho? ¿Quizás ha querido decir que el gobierno de su partido, el PNV, por fin va a terminar con la banda terrorista de cuya actividad tantos beneficios ha obtenido a lo largo de los años? Ya saben, los que remueven el árbol para que ellos recojan las nueces...
¿Dónde están las imágenes que grabó Canal Sur TV del acto de la Pascua Militar en la Capitanía de Sevilla en las que se ve al público asistente al discurso del general Mena y su reacción al terminar el mismo?
Malos tiempos para la Libertad de Expresión de los que discrepan de la política del actual desGobierno.
08 enero 2006
Malos tiempos para la Libertad de Expresión. Continuación
Unas preguntas: ¿En el discurso del general Mena, estaban presentes las autoridades de la Delegación del Gobiero, tanto central como autonómico, y de la Junta de Andalucía? ¿Asistía el Sr. Chaves? ¿Aplaudieron todos sus palabras?
Otra cuestión: La destitución del Sr. Mena parece haber sido por la pérdida de confianza en este militar por parte de los que lo nombraron: el JEMAD y el Ministro de Defensa Sr. Bono. Pues bien, la mayoría de los ciudadanos hemos perdido la confianza el Sr. Rodríguez Zapatero y todo su Gobierno, incluido naturalmente el Sr. Bono. Sin embrago nos tenemos que esperar a las próximas elecciones para destituirlos, ¿no tenemos otra forma de enviarlos a su casa, ni aunque sea sin arresto?
El Sr. Ministro de Defensa, que creo que estudió con los Jesuítas, conocerá una máxima de Baltasar Gracián que dice lo siguiente: "No hay peor descrédito que aborrecer a los mejores"
Quizás debería reflexionar sobre ello.
Al son que tocan los nacionalistas este Gobierno está dando los pasos necesarios para la destrucción de España como nación. Sabiendo además que son pasos irreversibles, sin vuelta atrás. Y los que vengan detrás tendrán que sufrir esta insensatez.
Y a las personas, instituciones o medios de comunicación que denuncian esto hay que silenciarlos como sea. Incluso hablando del tabaco.
Pero eso al Sr. Zapatero y a su Gobierno les importa bien poco; al fin y al cabo tienen asegurado un dorado y bien remunerado retiro, seguro que complementado con un estupendo plan de pensiones, ¿hablamos?
Otra cuestión: La destitución del Sr. Mena parece haber sido por la pérdida de confianza en este militar por parte de los que lo nombraron: el JEMAD y el Ministro de Defensa Sr. Bono. Pues bien, la mayoría de los ciudadanos hemos perdido la confianza el Sr. Rodríguez Zapatero y todo su Gobierno, incluido naturalmente el Sr. Bono. Sin embrago nos tenemos que esperar a las próximas elecciones para destituirlos, ¿no tenemos otra forma de enviarlos a su casa, ni aunque sea sin arresto?
El Sr. Ministro de Defensa, que creo que estudió con los Jesuítas, conocerá una máxima de Baltasar Gracián que dice lo siguiente: "No hay peor descrédito que aborrecer a los mejores"
Quizás debería reflexionar sobre ello.
Al son que tocan los nacionalistas este Gobierno está dando los pasos necesarios para la destrucción de España como nación. Sabiendo además que son pasos irreversibles, sin vuelta atrás. Y los que vengan detrás tendrán que sufrir esta insensatez.
Y a las personas, instituciones o medios de comunicación que denuncian esto hay que silenciarlos como sea. Incluso hablando del tabaco.
Pero eso al Sr. Zapatero y a su Gobierno les importa bien poco; al fin y al cabo tienen asegurado un dorado y bien remunerado retiro, seguro que complementado con un estupendo plan de pensiones, ¿hablamos?
07 enero 2006
Malos tiempos para la Libertad de Expresión...
Da miedo ver la repugante reacción de gobernantes, socios de los gobernantes, tertulianos de todo pelaje y demás vividores del cuento nacionalista a raiz del discurso del general Mena.
Da miedo porque, si se escucha íntegro el discurso, lo que tendría que haber hecho el minigtro es añadirle una nueva condecoración por su ejemplar defensa de la Constitución y del orden legal establecido.
No hay en sus palabras ninguna ofensa, ninguna falsedad, ninguna ingerencia, nada de deslealtad, nada de golpismo; ninguna amenaza. Solo hay obediencia a lo que la Constitución recoge.
El general Mena ha dicho que el Ejército velará por la integridad territorial de la Nación y por el orden constitucional. Y no se lo ha inventado, lo dice el título octavo de la Constitución. ¿Puede condenarse a un médico por decir que el gremio sanitario velará por la salud de los ciudadanos? ¿O a un policía por afirmar que los cuerpos de seguridad perseguirán a los delincuentes? ¿O a un maestro por sostener que la misión del magisterio es mejorar el nivel cultural y educativo de los ciudadanos? No, ¿verdad?
Entonces, ¿a qué viene tan desproporcionada reacción? Veamos:
El Ejército es un obstáculo, temible, para los planes separatistas de los socios nacionalsocialistas del Gobierno. En su afán de expulsar al Estado de sus respectivas comunidades autónomas los militares son un problema. Ya han impuesto el idioma en la enseñanza, en la administración y en los medios de comunicación; tienen policía autónoma; van camino de hacerse con la Justicia, la Hacienda, etc... Hay que despojar al Ejército de competencias, desprestigiarlo, convertirlo en enemigo odioso, crear el caldo de cultivo que lo convierta en rechazable y despreciable por la ciudadanía. Se han inventado su "nación" y les estorba para sus planes separatistas el papel unificador, entre otros, que la Constitución encomienda a la milicia.
Y lo más sorprendente es que admitan que esa opinión en boca de cualquier ciudadano es totalmente respetable, pero no en la de este militar ¿Por qué? Fácil: un ciudadano de a pie no tiene más fuerza que su voto.
Pues bien, yo suscribo todas y cada una de las palabras del general Mena, y lamento que no las haya dicho quien las tenía que haber pronunciado alto y claro: el Rey y el Presidente del Gobierno. ¿No se dan cuenta que ellos son los siguientes estorbos a eliminar por sus socios? ¿Que en cuanto dejen de ser los tontos útiles para sus fines los tirarán a la basura?
Malos tiempos para la libertad de expresión. Un gobierno de izquierdas que amenaza a medios de comunicación, que crucifica a quien osa llevarle la contraria a sus mimados, insolidarios y chantajistas socios. Un gobierno que ha olvidado su ideología y a sus votantes para agradar a la minoría que lo sostiene.
El Sr. Bono recordará lo que recibieron los asesinos de Viriato: "Roma no paga traidores"
Por cierto, cuando el general Mena terminó su discurso recibió una cerrada ovación de todos los presentes. ¿Los arrestará y cesará a todos?
Da miedo porque, si se escucha íntegro el discurso, lo que tendría que haber hecho el minigtro es añadirle una nueva condecoración por su ejemplar defensa de la Constitución y del orden legal establecido.
No hay en sus palabras ninguna ofensa, ninguna falsedad, ninguna ingerencia, nada de deslealtad, nada de golpismo; ninguna amenaza. Solo hay obediencia a lo que la Constitución recoge.
El general Mena ha dicho que el Ejército velará por la integridad territorial de la Nación y por el orden constitucional. Y no se lo ha inventado, lo dice el título octavo de la Constitución. ¿Puede condenarse a un médico por decir que el gremio sanitario velará por la salud de los ciudadanos? ¿O a un policía por afirmar que los cuerpos de seguridad perseguirán a los delincuentes? ¿O a un maestro por sostener que la misión del magisterio es mejorar el nivel cultural y educativo de los ciudadanos? No, ¿verdad?
Entonces, ¿a qué viene tan desproporcionada reacción? Veamos:
El Ejército es un obstáculo, temible, para los planes separatistas de los socios nacionalsocialistas del Gobierno. En su afán de expulsar al Estado de sus respectivas comunidades autónomas los militares son un problema. Ya han impuesto el idioma en la enseñanza, en la administración y en los medios de comunicación; tienen policía autónoma; van camino de hacerse con la Justicia, la Hacienda, etc... Hay que despojar al Ejército de competencias, desprestigiarlo, convertirlo en enemigo odioso, crear el caldo de cultivo que lo convierta en rechazable y despreciable por la ciudadanía. Se han inventado su "nación" y les estorba para sus planes separatistas el papel unificador, entre otros, que la Constitución encomienda a la milicia.
Y lo más sorprendente es que admitan que esa opinión en boca de cualquier ciudadano es totalmente respetable, pero no en la de este militar ¿Por qué? Fácil: un ciudadano de a pie no tiene más fuerza que su voto.
Pues bien, yo suscribo todas y cada una de las palabras del general Mena, y lamento que no las haya dicho quien las tenía que haber pronunciado alto y claro: el Rey y el Presidente del Gobierno. ¿No se dan cuenta que ellos son los siguientes estorbos a eliminar por sus socios? ¿Que en cuanto dejen de ser los tontos útiles para sus fines los tirarán a la basura?
Malos tiempos para la libertad de expresión. Un gobierno de izquierdas que amenaza a medios de comunicación, que crucifica a quien osa llevarle la contraria a sus mimados, insolidarios y chantajistas socios. Un gobierno que ha olvidado su ideología y a sus votantes para agradar a la minoría que lo sostiene.
El Sr. Bono recordará lo que recibieron los asesinos de Viriato: "Roma no paga traidores"
Por cierto, cuando el general Mena terminó su discurso recibió una cerrada ovación de todos los presentes. ¿Los arrestará y cesará a todos?
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